viernes, septiembre 12, 2008

Poesía

Murciélagos salen tras las puertas que hoy abrí.




Esta mañana no desperté.

Ni la anterior.

Ni la anterior.

No recuerdo cuando fue

la última vez que sentí la sangre correr



Fue quizás descubriéndote los hombros.

O escuchando el extraño rumor

que haces al dormir.



(Sabía que te perdía

Sabía que eras como una canción que dejé

de cantar en mi infancia)



¿Mi última vez en el mundo?

Quizás fue corriendo tras el tiempo

que se marchaba ciego

tiempo murciélago

tiempo murciélago llevándote

llevándose

lo poco que tenía

hacia la indómita tierra

del afilado olvido.



Créanme no hay nada más horrible

Que ver al murciélago volar ciego

Ni salto al vacío más grande

Que aquel que das

al caer de los labios

de una mujer.

4 comentarios:

Emma dijo...

Hacés que me guste la poesía, es que acaso antes no la entendía.

J.P. Gutièrrez dijo...

Y tus comentarios me dan ánimos para seguir escribiéndolas. Eso sí es impagable Emma.
De todas formas, sinceras gracias.

Juan

Emma dijo...

Soy fiel a lo que me gusta y terriblemente ingrata con lo que no.
Sigo al pie del cañón leyéndote y, sin saberlo antes, dándote ánimos. Me basta con que cuando escribas un libro me dediques un par de palabras. Hecho?

J.P. Gutièrrez dijo...

Hecho.
Soy hombre de palabra Emma.
Y muy, muuuuuuuuuuuuy agradecido.
Besos.