miércoles, marzo 18, 2009

El nuevo cielo

Como si fueras una extraña deidad antigua, con un brazo me mostraste el infierno y con el otro el cielo.

Me mostraste el infierno, me hiciste arder en él, me hiciste saborear las inmundas aguas de mi desdicha. Me desterraste hacia un desierto hostil donde nunca era de noche y aún así yo sólo era una sombra. Allí deseé la ceguera, el olvido, tantas malas cosas como son posibles desear cuando sientes que no eres más una mota de polvo con la que juguetea el viento.

Luego, el cielo.

La noche se pobló de silencios inquietos, de fantasmas acechantes, de miedos ancestrales.
Y la diosa prometió una lluvia de miel si me marchaba.
Fue, entonces, descifrar su lenguaje jeroglífico, y ver que tras sus ojos, tras sus inescrutables ojos, estaba la entrada a un cielo.
A un cielo definitivo, me gusta pensar.
A un último cielo.

Con mi piel llagada por las llamas del infierno, con mis ojos apagados llenos de
ceniza, entré.
Quizás la visión del infierno fue necesaria.
Quizás nunca pueda borrar las marcas.


¿Seran esas incertidumbres las que hoy me hacen cuidar con mi vida, la entrada a este particular cielo?

6 comentarios:

Sofia Florencia Magrini dijo...

Me encanta como escribis.. y lo sabes!
tekiero salame

J.P. Gutièrrez dijo...

Y a mi me encanta que me lo recuerdes.
Y también te quiero.

kikin dijo...

Nunca mejor expresado el dolor de una herida del pasado...Te dejo una cancion "Change" - Staind-..Amo lo que escribis cada vez lo haces mejor; gracias por hacerlo. Copado

kikin dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=_npLCx_s2Ic

Lizzy dijo...

qe empalagosoooos comentarios..!!! jaja









CURSI

LA
LA
LA

pau neira dijo...

cuando esas incertidumbres se hacen fuertes...

muy lindo amigo lo q escribiste
sabes q contas conmigo