sábado, mayo 16, 2009

Crítica: El Regreso

Trailer:








Paul Auster, en "Retrato de un hombre invisible" habla de su padre como si éste fuera un extraño. Lo nombra como algo inabarcable, un ser hecho de sombras que, al acercarle la luz, se disipa sin dejar rastro. La película de Andrey Zvyagintsev, su ópera prima, es un retrato fiel de esa incomprensión, de ese choque de universos que se puede dar en una relación padre e hijo, con un destino trágico que, lamentablemente, fue compartido por uno de los protagonistas del film.



"El regreso", película que fue candidata al Oscar representando a Rusia en el año 2004, nos cuenta la historia del regreso del padre de dos niños luego de doce años de ausencia. Entre ellos se nota una relación entre tensa e impuesta: el mayor de los niños trata de agradarle a ese extraño, que prefigura perfecto y heroico, a la medida de sus necesidades de ya adolescente, mientras que el más joven es más sincero y se le enfrenta, lo trata como lo que realmente es, un desconocido, alguien que no está en posición de imponer un respeto que nunca se ganó.



El relato se va a desarrollando a medida que emprenden un viaje de reconciliación, donde el padre pareciera atarse a un manual, y trata de reglar la vida de los niños con su moral, con su estilo de vida: Como un alfarero descuidado, busca moldear con rapidez y torpeza unas estatuas de barro que ya se están secando.



Con el ritmo de esa búsqueda inconclusa de identidades se mueve la película. El uso de la cámara es maravilloso: la vemos discurrir entre los personajes, acariciándolos desde planos muy ricos, aprovechando al máximo la tremenda expresividad de ellos(grandes actuaciones sin dudas). Hay un uso muy interesante del foco y fuera de foco cuando los niños están en la cama conversando acerca del sorpresivo regreso de su padre, por ejemplo.



La fotografía de Mikhail Kritchman también ayuda, con sus tonos azulados nos marca la importancia del agua dentro de la historia y en la composición de las escenas: el agua es lo que une todo, y también lo que separa todo. Desde el niño abandonado en la lluvia, el bote de pesca, la maravillosa toma del bote y su contenido perdiéndose en el lago, la cámara buceando en la profundidad: todos elementos que harían el festín de cualquier psicólogo que analizara la importancia del agua en la película.



El regreso es un excelente film pero no es recomendable para almas inquietas. Quizás el momento exacto de verla lo dirá el tiempo. Lo que puedo asegurar, es que un día se sorprenderán queriendo verla nuevamente, cuando tengan la necesidad de asir lo inabarcable, de comprender los puentes que tendemos hacia lo que, mal que nos pese, siempre nos será extraño: otro ser humano.





Pd: Párrafo aparte, les cuento algo. Dado el nivel de actuacion de la película, quise saber más de esos actores, y con extrañeza leí que el actor Vladimir Garin, que en la película trabaja bajo el nombre de Andrey, se ahogó en el mismo lago donde se filmó "El regreso", mientras ésta película se presentaba en el Festival de Venecia. Más allá de lo irreparable de la pérdida, me llamó la atención los fuertes cuestionamientos que tuvo el director por parte de la prensa.



¿Fue correcto que no se retirara la película del Festival luego de conocerse la noticia?

¿La realidad opacó la ficción?

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